SALSA NAPOLITANA
“La más homicida y la más
terrible de las pasiones que se puede infundir a las masas, es la pasión de lo
imposible”
Lamartine (En su ensayo sobre
Los Miserables).
Es muy útil almacenar esta
salsa congelada porque se usa en infinidad de preparaciones, o simplemente para
pastas o pizzas.
1 kilo de tomates ( o una
lata grande de tomates enlatados)
2 cebollas blancas
Perejil
Cilantro
4 dientes de ajo
Cebollín
1 pimentón rojo
1 taza de caldo (o 1 pastilla
de caldo o “cubito” disuelto en 1 taza de agua caliente)
Aceite
Sal al gusto
Pimienta al gusto
Azúcar 1 cucharada
Orégano deshidratado y en
polvo
Albahaca deshidratada
Se le corta a los tomates el
pedacito de tallo y se hierven en suficiente agua por unos 10 o 15 minutos,
hasta que estén bien rojos y se despegue la piel con facilidad. Al enfriar un
poco, por supuesto, se les quita la piel y se cortan en trozos. En su defecto,
se pueden usar tomates enlatados.
Se cortan la cebolla, ajo,
cebollín, pimentón, cilantro, y perejil en el procesador de alimentos. Se
sofríen en aceite. Se añade a continuación los tomates, y se mezcla bien. Se
pone la taza de caldo y los condimentos. Se cocina tapado, a fuego medio-bajo
por unas dos horas.
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