POLLO ORIENTAL CON PIÑA

2 pechugas de pollo, deshuesadas, sin piel, cortadas en cubos

3 ruedas de piñas, cortadas en cuadros (o mejor, la cantidad que uno le quiera poner)

1/4 taza de aceite

1/4 de taza de azucar

1 cucharadita de sal

1 cucharadita de jengibre en polvo

4 cucharadas de salsa de solla

1 cucharada de fécula de maíz

Cebollín para adornar

Como siempre, estas cantidades que menciono son referenciales, porque, salvo en la preparación de postres, panes, y masas, donde respeto rigurosamente las medidas, suelo cocinar al "ojo por ciento" o "playing by ear"

Se marina por una hora el pollo, con la salsa de soya, sal y jengibre.

En una cacerola se calientan el aceite y el azúcar, hasta que la azúcar tome  un color dorado intenso. Se añade el pollo, mezclando todo muy bien. Se añade la piña.

Una vez dorados el pollo y la piña, se añade 1/2 taza de agua, se baja el fuego y se tapa hasta cocinar el pollo, unos 40 minutos.

Luego se añade una cucharada de fécula de maíz ("Maizina Americana") disuelta en un poquito de agua. Quién no sepa qué es fécula de maiz, maizina americana o maicena que corra hacia Wikipedia.

Se cocina un minuto, hasta espesar la salsa.

Se adorna con el cebollín cortado.

Nota: La etiqueta "oriental" de este blog obedece al criterio de que todo lo que lleva salsa de soya se vuelve chino, como pensamos muchos incultos

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"No creo que exista noción de Dios, no creo que exista nada sobrenatural. Decir que alguien es ateo es de por sí religioso, y yo no creo que nadie sepa a qué se lo está contraponiendo. No es que yo no crea en Dios, es que no sé qué es Dios, y el que cree tampoco lo sabe."

          Fernando Savater