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Mostrando entradas de febrero, 2017

CACEROLA DE BATATAS

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2 batatas grandes 1 pimentón verde 1 cebolla Sal Pimienta Comino Aceite Queso blanco rallado Calentar aceite en una cacerola, saltear la cebolla y el pimentón hasta marchitar. Añadir la batata y el jamón, mezclando. Condimentar con sal, pimienta y un toque de comino. Bajar el fuego y tapar hasta que la batata esté blanda. Durante este proceso se debe revolver de vez en cuando, y agregar  un poquito de agua o caldo (yo utilicé agua con media cucharadita de adobo preparado), para evitar que se sequé antes de terminar la cocción. Una vez listo se le pone queso rallado por encima y se lleva al horno a gratinar. ------------------------------------------------------------------------------------------ La frase..... “No tengo gran admiración por los mártires, señor Casement. Ni por los héroes. Esas gentes que se inmolan por la verdad o la justicia a menudo hacen más daño del que quieren remediar."                                          Mario Va

ENSALADA DE REMOLACHAS GLASEADAS

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Esta receta la tengo guardada en mis tableros de Pinterest. 2 remolachas grandes ½ taza de miel ½  taza de vinagre Sal Pimienta Aceite Romero (seco o fresco, al gusto) Es la primera vez que cocino remolachas en el horno, toda la vida las he cocinado en agua hirviendo y francamente no tenía idea de que pudieran prepararse de otra manera. Las remolachas se pelan con la ayuda de un buen pelador de papas. Se cortan en cuadros grandes, se les ponen 3 cucharadas de aceite, sal, pimienta y romero. Se llevan al horno, en una refractario o bandeja engrasada por unos 25 minutos, hasta ablandar la remolacha. Una vez transcurrido este tiempo, se elimina el líquido que pueda haber drenado la remolacha, se añade la miel mezclada con el vinagre, y se vuelve a llevar al horno por 15 minutos. En el apuro de irme al trabajo, no le tomé la foto, por lo pronto pondré una plagiada. Cuando las vuelva a hacer, seguramente muy pronto, le tomaré la respectiva gráfica para

HALLACAS

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Al fin, después de mucho pensar, he hecho mis primeras hallacas. Durante toda mi vida participé en las hallacas de la familia, en calidad de ayudante. En ese entonces, hacer hallacas era todo un acontecimiento en el cual intervenía un gentío. Mi tía Mireya, quién comandaba esta empresa, dirigía a las empleadas de la casa y alguna extra que era contratada para ese día, sobrinas, cuñadas, hermanas y todo el que quisiera anotarse en ese festín.  Eran dos días de intenso trabajo, y se hacían alrededor de 300 hallacas. Por supuesto, la idea de organizar yo semejante trajín, siempre me dio terror. Con el tiempo aprendí que, en santa paz, al menos dos personas,  pueden hacer hallacas en una cantidad más decente. Este año las hice con la ayuda de mi mamá, quien se encargó de limpiar y preparar las hojas, y de hacer la masa. Una prima, Raissa, se encargó de amarrar. Yo hice todo lo demás: el guiso y la armada de la hallaca. Estoy a años luz de hacer una hallaca como las de tía Mireya,